¿Quieres saber por qué me empeño tanto en que volváis a tomar lácteos? O, dicho de otro modo, ¿por qué la solución que propongo para la intolerancia a la lactosa no es dejar de tomar lácteos para siempre?
Hoy te explico quiénes se ponen especialmente contentas cuando les das lactosa y cómo te lo agradecen.
Por un lado porque, si los lácteos te sientan mal, es importante que vayamos al origen del problema, a ver qué es lo que está mal en tu intestino, que no te permite gestionar correctamente la lactosa.
Por otro lado, y de esto quiero hablarte hoy, porque si conseguimos que toleres los lácteos, entonces podrás obtener beneficios no solo a nivel digestivo sino a nivel sistémico.
Así como los síntomas de la intolerancia a la lactosa pueden ir mucho más allá de tu intestino, igualmente los beneficios de tomar lactosa alcanzan otros sistemas de nuestra salud, como, por ejemplo, el inmunitario.
A continuación, te dejo un pequeño vídeo cortito, extraído de mi curso “¡Es la leche!”, en donde te explico de forma resumida quiénes se ponen especialmente contentas cuando les das lactosa y cómo te lo agradecen.