Sabemos que el virus de la rabia cambia la conducta de un perro dócil y hace que se vuelva agresivo. ¿Sabes por qué pasa esto?
Porque genera un cambio en la conducta del perro y que provoca que este muerda a otro huésped, y así el virus logra proliferar. Suena a película de ciencia ficción, pero ¿tiene lógica, no?
Pues al igual que este virus tiene la capacidad de cambiar la conducta de un perro, existen virus, bacterias y hongos que también tienen la capacidad de cambiar la nuestra para, del mismo modo, lograr proliferar y llegar a más huéspedes.
Los problemas digestivos y de ansiedad están muy relacionados con la alteración del viroma, de los parásitos y de las bacterias. Así que podríamos decir que, de alguna manera, ellos hacen que nos comportemos del modo en que lo hacemos.
Por lo tanto, cuando existe algún tipo de descompensación o exceso es importante y necesario tratarlo para poder volver a nuestro estado natural.
¿Te han encontrado parásitos? ¿Te ha afectado a nivel emocional?