Hace unos días te explicamos cada una de las pruebas que deberías hacerte para detectar intolerancias, Helicobacter pylori o SIBO. Hoy queremos profundizar un poco más, y explicarte todo lo que necesitas saber antes de realizarte el test de aire espirado para SIBO.
Esta prueba consiste en tomar distintas muestras del aliento tras la ingesta de un sustrato (normalmente lactulosa). Si hay SIBO, se suele observar elevación del hidrógeno o metano en los primeros 90 a 120 minutos, y otro pico más tarde, cuando el sustrato llega al colon.
Antes de realizar la prueba, asegúrate de lo siguiente:
◼ 4 semanas antes: evita antibióticos, probióticos, colonoscopia, endoscopia...
◼ 1 semana antes: no consumas protectores gástricos.
◼ 24 horas antes: realiza la dieta de preparación. Únicamente puedes consumir huevos, arroz blanco, embutidos no elaborados, carne, pescado blanco o azul, agua, té e infusiones sin azúcar. Tampoco debes consumir ningún suplemento que no sea fundamental.
◼ 10-12 horas antes: no comas, no te laves los dientes, no fumes, no te pintes los labios. Sí que puedes enjuagarte la boca antes de realizar el estudio con Oraldine o Listerine, por ejemplo.
¿Por qué debería hacerme esta prueba?
Esta prueba es especialmente importante para aquellas personas que se levantan con el estómago plano y se va hinchando a medida que pasa el día. O para aquellas que, después de comer, se sienten con distensión abdominal e hinchazón, y que tienen problemas de fatiga crónica, dolor crónico o enfermedades autoinmunes, además de los problemas digestivos asociados.
En cualquier caso, si la prueba da positivo, acabas de descubrir que tienes un problema en el intestino delgado que tendrás que resolver. En ese caso, contacta con un PNIE o un nutricionista especialista en PNIE para que te ayude a tratar este exceso de fermentación en el intestino delgado.
Habitualmente se necesitan antibióticos químicos o naturales, pero no debemos olvidar que lo más importante es resolver el origen del problema.