Hoy te presentamos a la reina del metano. Y no, el metano no es un grupo musical de pop, sino el gas que producen las arqueas a partir del hidrógeno.
El Methanobrevibacter smithii es la uno número produciendo este gas, y su presencia en el intestino es más habitual de lo que imaginas. ¿Sabías que cuando tus niveles de metano son altos tu colesterol total y LDL están más elevados?
De hecho, quizás llevas tiempo tomando pastillas y revisando toda la alimentación para reducir el colesterol cuando realmente tu único problema es que tienes un exceso de estas bacterias ¿Alucinante verdad?
Las bacterias metanogénicas también están relacionadas con otros síntomas como:
◼ Niveles reducidos de serotonina (que pueden producir depresión)
◼ Dolores de cabeza y migrañas
◼ Dolores crónicos como la fibromialgia
◼ Estreñimiento
◼ Heces que flotan
◼ Gases sin olor
◼ Divertículos
◼ Obesidad o sobrepeso
¿Cómo reducir las bacterias metanogénicas?
◼ Sigue una dieta sin gluten
◼ Estimula la fabricación de bilis (ayuda a matar a estas bacterias). Las infusiones de hierbas amargas (genciana, cardo mariano, artemisa, boldo, celidonia y berberina) son una buena alternativa.
◼ Añade más grasas saludables en cada plato (aceite de oliva, semillas, frutos secos, aceitunas, huevos, aceite de coco, ghee).
◼ Añade especias a tus preparaciones.
◼ Toma en ayunas zumo de limón con aceite de oliva.
Recuerda lo que te contamos hace poco; los cambios dietéticos pueden modificar la composición de tu microbiota intestinal en tan solo 24 horas. ¿Nos ponemos manos a la obra?