El sobrepeso es un tema complejo que condiciona múltiples problemas de salud y existen muchos factores que pueden predisponer a él. Entre ellos, las bacterias intestinales tienen un impacto muy importante en la regulación del metabolismo humano.
Estudios recientes relacionan el sobrepeso y la obesidad con una diversidad bacteriana baja en el colon y, en concreto, con un exceso de bacterias generadoras de metano a partir del hidrógeno (producido de la fermentación de la fibra de la dieta).
Este metano se elimina a través de los pulmones o en forma de pedos, pedos sin mal olor.
Las bacterias productoras de metano –o metanogénicas– son muy importantes para la salud porque mejoran la capacidad de obtención energética en la fermentación de los polisacáridos de la dieta. De manera que, en cantidades equilibradas, tienen un efecto positivo. El problema llega cuando este equilibrio se pierde.
Y ¿cómo reducimos las bacterias metanogénicas?
¿Tienes la barriga hinchada justo después de comer, digestiones lentas, gases sin mal olor y un sobrepeso que te amargaba la vida? Entonces, hoy has descubierto que todo eran síntomas de lo mismo. El metano.