¿Verdad que es curioso relacionar estrés con ganas de bostezar? A nosotros nos hizo gracia la primera vez que lo leímos, pero la realidad es que tiene mucho sentido.
Cuando sentimos estrés, aumenta la temperatura cerebral y el bostezo tiene la función fisiológica de bajarla.
En estudios recientes se ha visto que las personas que sufren enfermedades relacionadas con el estrés (fatiga crónica, fibromialgia, esclerosis múltiple…) bostezan mucho.
Otros síntomas vinculados a un estado de estrés son la boca seca y las encías pálidas, y esto sucede porque hay menos irrigación sanguínea en el aparato digestivo por culpa del estrés, que se ocupa de llevar sangre a los músculos, al cerebro, al corazón y a los pulmones, órganos que nos ayudarán a correr o a solucionar el problema.
También sentiremos que empeoran nuestras digestiones, que tenemos más gases, y los hombres podrían no tener erecciones matutinas, mientras que las mujeres podrían tener dolor en los pezones por culpa del estrés.
En medicina integrativa, esto es algo que nos encontramos continuamente: la estrecha relación de todos los sistemas y órganos. Como puedes ver, el estrés es uno de los problemas de salud que da sintomatología más diversa.
En el tratamiento del estrés nos gusta mucho trabajar con plantas adaptógenas; pronto te contaremos qué hacen y cuáles son.
Y tú, cuando sientes estrés, ¿bostezas mucho?