¿Eres de los que, cuando tomas un cortado, vas corriendo al baño?
Este hecho, entre otros mucho síntomas, puede estar indicando que sufres intolerancia a la lactosa.
La lactosa es la parte de hidrato de carbono de los lácteos. Mientras somos lactantes, el cuerpo fabrica una enzima llamada lactasa que hace de tijera y divide la lactosa en dos moléculas, glucosa y galactosa.
A medida que nos hacemos mayores, fabricamos menos lactasa y esto genera una sintomatología digestiva desagradable.
Vamos a hacer un repaso: Si a menudo tienes gases, hinchazón abdominal, diarrea o estreñimiento, dolores crónicos, te falla la memoria o te falta energía, retira la lactosa de tu alimentación y deja que sane tu intestino.
Mientras lo consigues, algún día puedes disfrutar de estos quesos que no tienen lactosa, ¿lo sabías?
¿Nos cuentas un poco tu situación? ¿Tomas lactosa o la has eliminado por completo de tu alimentación?