¿Sabías que el periodo fetal, la infancia y la pubertad tienen un papel fundamental a la hora de evitar la ?
Esto es así porque la masa ósea máxima alcanzada durante la infancia y la adolescencia determinan la fragilidad esquelética que sufriremos en la vejez.
Aspectos como la genética, el sexo, el estado hormonal (una caída de estrógenos), los hábitos de la madre durante el embarazo (vida intrauterina) o la inflamación de bajo grado pueden determinar el estado de nuestros huesos.
¿Qué podemos hacer para prevenir la osteoporosis?
Reducir la exposición a tóxicos como alcohol y tabaco, sobre todo durante la infancia y adolescencia
Consumir suficiente calcio ya que este es uno de los principales minerales formadores de hueso.
Exponerse al sol. La vitamina D se encarga de controlar la homeostasis de calcio en el cuerpo y ayuda a fijarlo en los huesos. De hecho, parece ser que la ingesta de calcio junto a vitamina D es más beneficioso que su consumo aislado.
Mantener una microbiota saludable promoviendo la generación de ácidos grasos de cadena corta. Estos nos ayudan a mejorar la absorción del calcio.
Realizar actividad física a cualquier edad. Esto es la clave para optimizar la masa ósea máxima y mantener su salud a largo plazo. De hecho, la actividad física en la niñez, en concreto aquellas actividades donde se aplique fuerza, es una de las mejores formas de prevenir la osteoporosis.
Consumir suficiente proteína ayuda a mantener la salud ósea. Un metaanálisis desmiente el hecho de que aumentar el consumo de proteína aumente la secreción de calcio por orina.
Otros nutrientes: también son importantes otros nutrientes como magnesio, vitamina K, vitamina C, manganeso, cobre, zinc, hierro. Aunque aún faltan estudios concluyentes.