Seguramente hayas notado que, cuando tienes molestias digestivas, las bebidas calientes te sientan mucho mejor que las frías.
Para empezar, si eres de las personas a las que les cuesta digerir, lo primero que te recomiendo es que no bebas agua durante las comidas y, en cambio, te hidrates mientras no estás digiriendo.
Luego, si la bebida es caliente (o del tiempo, pero no fría), entonces estarás favoreciendo la motilidad gástrica, un paso clave en las digestiones. En cambio, cuando tomas una bebida fría, las contracciones del estómago disminuyen.
Recuerda que el proceso digestivo tiene aspectos bioquímicos y también mecánicos que deben cuidarse.
Entonces, mi consejo es: si tienes molestias digestivas evita las bebidas demasiado frías y, en cambio, apuesta por bebidas calientes que puedes enriquecer con algunas plantas que te ayudarán a encontrarte mejor: hinojo, hierba luisa o melisa pueden ser un excelente complemento a tu bebida.