¿Quieres saber qué es lo que realmente podría cambiar tu salud? Saber cuándo comer y con qué frecuencia deberías hacerlo.
Seguramente te han sugerido que comas tres o más veces al día, pero debo decirte que en diversos estudios en humanos se ha comprobado que la restricción alimentaria de forma intermitente mejora los indicadores de salud, y contrarresta muchos de los procesos que cursan en diferentes enfermedades.
Es decir que, si en lugar de hacer tres comidas, decidimos comer menos y hacer una comida cada dos días o saltarnos expresamente una comida, entonces nos cambia el metabolismo.
Beneficios de la restricción calórica:
◼ Moviliza las grasas acumuladas y aumenta los cuerpos cetónicos
◼ Mejora la sensibilidad a la insulina
◼ Reduce las citoquinas inflamatorias
◼ Mejora la capacidad de fabricar sustancias antioxidantes endógenas
◼ Estimula la autofagia
◼ Aumenta la fabricación de nuevas mitocondrias
◼ Aumenta los niveles de BDNF (factor neurotrófico)
◼ Dejando de comer algunas horas puedes llegar a conseguir todos estos beneficios.
No está mal, ¿verdad?
De forma general, aunque existen distintos formatos de ayuno intermitente, se recomienda hacerlo de un mínimo de 16 horas cada día. Aunque como siempre decimos, es difícil generalizar, ya que todo el mundo se merece un estudio personalizado. Así que, antes de aventurarte a realizar ayunos, consulta cuál sería la mejor alternativa para ti con algún profesional.