El SIBO, o sobre crecimiento bacteriano, es un tipo de disbiosis que hace referencia al crecimiento excesivo del número de bacterias que habitan el intestino delgado.
A la hora de tratar el SIBO, generalmente se utiliza un antibiótico llamado rifaximina que se suele combinar con neomicina cuando el metano también está elevado.
A pesar de ello, existen otras alternativas naturales igual de eficaces y menos agresivas para tratar esta patología.
Cuando aplicamos el tratamiento natural, el antibiótico a utilizar también será diferente en función de si el SIBO es por arqueas, o si es por bacterias reductoras de sulfato.
Aunque el uso de antibióticos sea muy importante, estos no van a la raíz del problema, por lo que es imprescindible complementarlos con una dieta adecuada, una mejora del estado del intestino, fomentar una buena gestión del estrés (este tiene la capacidad de reducir la producción de ácido clorhídrico y reducir la motilidad intestinal) y las emociones, y favorecer una buena motilidad intestinal y un buen descanso.
En definitiva, es imprescindible tratar a cada persona de forma única y personalizada para poder atajar el problema de forma adecuada.